Comentarios de nuestros alumnos 

 

Pasar por la experiencia de las prácticas me ha permitido descubrir que establecer un vínculo sano con alguien puede ser muy sanador y que el compromiso es esencial.
Esto me ha puesto frente a la realidad de lo difícil que ha sido para mí durante toda mi vida establecerlo. Pero he aprendido que puedo comprometerme y que eso me abre las puertas al otro y me las abre a mi misma también.

He estado por primera vez en el rol de terapeuta, algo que me ha aportado una mirada más amplia sobre la vida y me ha conectado con la responsabilidad de seguir trabajando para conocerme más, para gestionarme mejor.

He reconectado con mi capacidad de empatizar con el otro y he aprendido que mostrarme tal y como soy y mantenerme en mi lugar (también en el de terapeuta) me permite acompañar incluso la resistencia en el proceso del otro y también la mía propia.

He aprendido que acompañar es estar al lado de alguien, escuchar con todos los sentidos y dejar que lo que recibo me afecte en la justa medida para poder luego resonar, desde mi lugar, desde mi rol. Acompañar dejando mi mochila personal a un lado para ponerme al servicio del otro sin perder la presencia, el contacto conmigo misma y la visión.

He aprendido que lo transdisciplinar es en sí transformador. Estar en contacto con el arte y utilizarlo como vía de expresión da un sentido mayor a tu propia existencia y una profundidad e importancia a lo que a menudo dejamos pasar por insignificante. Y lo insignificante puede ser tan grande y aportar tanto bienestar, tanta salud.

He conseguido comprometerme con la formación como no recuerdo haberlo hecho antes en mi vida y eso ha sido un cambio que me ha aportado estabilidad y seguridad.

Está siendo un aprendizaje profundo de cómo presentarme delante de un paciente. Una nueva manera de “estar” y de “ser” con la gente con la que trabajo, más presente, sin abandonarme a mí como persona en la tarea de terapeuta.

Para mí es el comienzo de un camino, que ya me veo en la necesidad de seguir, como si te quitaran una venda de los ojos y al saber “la verdad” ya nunca más pudieras mirar hacia otro lado.

GRACIAS!!!!

Esta formación ha representado un camino hacia lo vital, hacia la salud.

También ha sido como la pieza que faltaba para que el arte ocupara un sentido en mi no solo como válvula de escape, sino como algo que forma parte de nosotros y que gracias a ello podemos cambiar la mirada, podemos resignificar.

Si miro hacia atrás parece que todo cobra un sentido, esos dos años de Psicología en la universidad que allí quedaron, después la carrera de Bellas artes, todo lo que he hecho en el arte tanto en mis pinturas, esculturas, instalaciones, que me hablaban de algo para revisar, para interrogar, pero que yo no me miraba, negaba, y ahora esta formación, el descubrimiento del arteterapia, parece que ha ordenado ese caos, que era mi vida, que estaba ya en mi arte.

Y como no, también aquel deseo que yo tenía para hacer teatro, que como otras cosas se borró, y cómo ahora estoy descubriendo, a través de las pocas performances que he hecho, que ese deseo todavía sigue allí.

No tengo palabras para expresar lo que ha significado esta formación para mí… pero si tengo que decir una, me viene VIDA.

Una transformación y sanación como persona y un gran aprendizaje. Ha cambiado mi vida, porque yo he cambiado con el transcurso de los módulos y por mi propio proceso y significa una nueva vida, más felicidad, más puertas, otro mundo. Siento haber nacido, y me alegro mucho de estar haciendo el esfuerzo porque realmente merece la pena.

Muchas muchísimas gracias.

Un cambio en la forma de ver la vida, de verme en la vida y de sentirme en el mundo.

He recuperado la confianza en mi rol de profesional, he cambiado el enfado contra las instituciones hacia una fuerza creativa con la que ser constructivos con lo que nos transversaliza. He recuperado la confianza en mi cuerpo, en mis intuiciones y mi capacidad creadora y la ternura conmigo misma.

Un cambio profundo en lo personal, en el vivir y el sentir la vida, en cómo llevar a cabo de una forma diferente esto que llamamos vivir. Pienso que es el comienzo de un nuevo camino, de una nueva historia.

Este máster para mí ha sido un ancla, una apertura a la vida y unas gafas de colores. Es la formación más hermosa que he hecho en toda mi vida. De la que más llevo, de aquella de la que quiero seguir aprendiendo.

Ha significado encontrar a personas maravillosas, crear un espacio de cariño, protección, crecimiento y desarrollo personal y profesional. Un cambio de mirada, una escucha más vital, una actitud en la vida.

Ha dado un giro de 360 grados a mi vida, tanto a nivel profesional y personal, ahora tengo claro que esto era lo que buscaba durante tanto tiempo y me llena de alegría y satisfacción haberlo encontrado

Para mí este máster ha significado un descubrimiento y un punto de partida. Porque hasta ahora, al largo de mi vida yo había ido sabiendo lo que no quería hacer, pero nunca me había encontrado con lo que sí quería hacer. Así que en primer lugar ha significado descubrir lo que me gusta. En segundo lugar me ha dado las herramientas necesarias para que vea posible desarrollarme profesionalmente en este campo. En tercer lugar (o quizás el más importante) me ha ayudado a hacer un gran paso respecto a mí misma: en relación a la manera que tengo de estar en el mundo y a la manera que tengo de estar conmigo misma.

Me he sentido muy acompañada: por las compañeras, las directoras y profesores/as, la supervisora y equipo de supervisión, la terapeuta, y esto ha sido básico e imprescindible. Además siento que he aprendido mucho, y que he aprovechado todo lo que he podido. Ha sido muy intenso.

Me siento feliz y agradecida.

La Formación cambió mi vida, me cambió a mí.

Me dio la profesión por la cual siento un amor muy grande, y que me llena de felicidad y pasión por la vida misma.

Me dio la vida, la sanación y el camino hacia la vitalidad.

Me dio, me ha devuelto a mí misma a mí.

He podido encontrar mis partes perdidas, mis partes heridas y sobre todo mis partes sanas, alegres, vitales y las que crean, dan y reciben en el constante baile de la vida.

La Formación para mí ha significado crecer, madurar, florecer, encontrar, ser, respirar.

Me ha devuelto la fe en lo humano, me ha devuelto la fe en mí.

Me ha devuelto la artista en mí. Me hizo CREAR.

No creo que haya palabras que puedan describir y expresar mi agradecimiento a la Formación, sus creadoras, profesores, colegas y lo feliz que soy por haber podido estudiar en IATBA estos 2 años…

Pero sí, en ese dar gracias voy cantando y voy bailando la vida, la hierbita verde que la Formación ha sembrado en mí.

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