Creamos esta propuesta de clases de danza transdisciplinaria como un viaje al cuerpo. Al cuerpo como casa. ¿Una habitación cerrada con llave? ¿Múltiples habitaciones? ¿Grandes ventanales? ¿Jardines? ¿Senderos? ¿Aguas estancadas? ¿Riachuelos fluyendo?

Un espacio orientado al autocuidado y al conocimiento del cuerpo. Escuchar, explorar, despertar al cuerpo, liberarlo de cargas, desesclavizarlo, abrir espacios internos, reconquistarlo, ocuparlo desde un lugar auténticamente saludable.

Una oportunidad de bailar para reconectar con la propia vitalidad en toda su amplitud y policromatismo, conectando con el movimiento y la creatividad de cada un@, conversando con la música, la plástica, la poesía… las artes.

Es el gran momento del aquí y el ahora. La mente descansa, el cuerpo fluye y se expresa. “Lo de siempre” da paso a lo nuevo…

Trabajaremos escuchando al cuerpo, sintiendo cómo nace el movimiento, cómo se desarrolla y se convierte en danza, y conectando con la danza esencial de cada un@, la más íntima y personal. Bailaremos al son de músicas internas, al son de músicas externas y en el silencio. Desde el autocuidado, exploraremos lo micro y lo macro, lo lento y lo rápido, lo interno y lo externo, el cerca y el lejos, la parte y el todo, lo duro y lo blando… mis pieles, qué historias cuenta mi cuerpo, qué historias cuenta el cuerpo del otro y de los otros, qué quiero contar, qué quiero crear…